sábado, 25 de noviembre de 2017

ENIGMAS DEL CRISTIANISMO 1: SAN PEDRO EL PRIMER PAPA

Es una realidad que Occidente primero, y ahora prácticamente todo el Planeta, por la globalidad socio-político-económica, se ha conformado en torno al cristianismo, y más concretamente a la historia y socio-política de la Iglesia católica.

Europa primero, America central y sur después tras la llegada de Colón y el resto de los navegantes (no digamos más el término descubridores) de los reinos de Portugal, Castilla y León, Asia después con la evangelización cristiana, y el resto del mundo con este mismo objetivo, se fue organizando en torno a la creencia cristiana y la política heredada de Roma y trasladada a la Iglesia por obra de Constantino el grande, jamás cristiano hasta su lecho de muerte y que, sin embargo, romanizó e imperializo a la Iglesia de Pedro (que no la de María Magdalena) 

De hecho, el país más poderoso del mundo (con permiso de China) EE.UU. es absolutamente cristiano, pese a lo que diga su Constitución, ya que el mismo Presidente jura ante Dios y por la Gracia de Dios; y de ahí la casi oficial frase Dios bendiga a América

Por todo ello, la historia de la Iglesia católica (la original desde los tiempos de Simón y Saulo) su política, su socialización, su economía, su cultura, su liturgia... Y sobre todo sus secretos, son fundamentales para entender el devenir de nuestra Sociedad en los últimos veinte siglos.

Y de esto, de secretos y enigmas, la Iglesia católica tiene las arcas llenas, a rebosar. De hecho, se puede asegurar sin peligro a exagerar, que la mayor parte de cuanto ha hecho, dicho, enseñado, predicado y mantenido la Iglesia de Roma está basado en secretos, enigmas, misterios y mentiras. Todo ello con un único fin: tener a sus seguidores (y como hemos visto por extensión a todos los humanos) en un estado de idiotez de rebaño, de inconocimiento, de engaño permanente.

No son sólo importantes los Enigmas en torno al Maestro Jesús. De hecho, la Iglesia, sigue presentando una idea de Jesús que no se acerca, ni por asomo, al Jesucristo evangélico e histórico, sino a un personaje creado por Saulo de Tarso (san Pablo) y mantenido por los primeros prebostes cristianos (casi todos hombres, porque a la mujer se la despreció en la Iglesia oficial) hasta Constatino, momento en el que Cristo pasa a segundo plano y la Iglesia se hace imperial, romana, y antievangélica.

Eso si, debemos reconocer en la Iglesia de Francisco (actual Papa, pero como todos, seguidor y responsable absoluto del resto de actos de los 265 anteriores) ha sido muy inteligente, escondiendo las verdades pero no impidiendo que podamos acceder a ellas; sólo que en su magisterio, catequesis y liturgia, se guardan muy mucho de mostrar la realidad al rebaño de Su Pueblo.  

El primer (y quizá más importante) enigma que aparece es saber si la Iglesia de hoy sigue al auténtico Jesús de Nazaret y si esa es, realmente, la Iglesia que según algunos evangelios, asegura que fundó Jesucristo en el nombre de Simón bar Jonas, alias san Pedro. 

Mateo 16 Entonces, respondiendo Jesús, le dijo: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás; porque no te lo reveló carne ni sangre, mas mi Padre que está en los cielos.
18 Mas yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi iglesia; y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella. 19 Y á ti daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que ligares en la tierra será ligado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos. 20 Entonces mandó á sus discípulos que á nadie dijesen que él era Jesús el Cristo.


Pero este episodio, evangélico y por lo tanto, según el magisterio de la Iglesia, auténtica Palabra de Dios/Jesús, sólo lo tenemos en Mateo, Marcos, el evangelio más antiguo del que beben Mateo y Lucas y éste último, no refieren nada así, en ambos casos se interesan por lo que, realmente importaba a Jesús: saber qué decían de él los ajenos a su movimiento, y ordenarles que guardaran el secreto sobre que él era Jesús el Cristo.

Luego el dogma de la fundación de la Iglesia en Simón bar Jonas está sólo recogido en uno de los cuatro evangelios canónicos. Si tenemos en cuenta que la idea del autor de este evangelio era meramente apologética, podemos entender que insertara un añadido para defender la idea de que la Iglesia de Pedro era la auténtica, por encima de todas las demás, todas ellas hermanas y emanadas de la misma fuente: el Pentecostés de las dos Marías: madre y esposa de Jesús.

Esto toma una importancia básica, ya que el dogma del Papado se sustenta en un sólo evangelio, en una interpolación, y con un objetivo político claro: la supremacía de Simón sobre la del resto de apóstoles (incluyendo a María madre y María Magdalena) y del resto de los discípulos presentes en Pentecostes, y en las enseñanzas de Jesús. Y además, si tenemos en cuenta que las auténticas enseñanzas de Jesucristo: el esoterismo cristiano, el magisterio real, el secreto mesiánico fue mostrado, especial y muy personalizadamente a Maria de Betania (Magdalena) tendríamos que el evangelista Mateo pretendería quitar esa supremacía magistral a María, para otorgársela a Pedro.

¿Pretendió Jesús instaurar su Iglesia en una sola persona?
¿Fue Pedro el elegido?
¿Era esa Iglesia petrina la que Jesús enseñó? teniendo en cuenta que Él abogó siempre por una iglesia de humildes, de entregados, sin templos, ni papeles, siendo la Palabra la única transmisión y el Amor la única riqueza....


Dogma: Cristo constituyó al apostól san Pedro como primero entre los apóstoles y como cabeza visible de toda la Iglesia, confiriéndole inmediata y personalmente el primado de jurisdicción.

De la bula Laetentur coeli, 6 julio 1439.
... definimos que por todos los cristianos sea creída y recibida esta verdad de fe... que la Sede Apostólica y el Romano Pontífice tiene el primado sobre todo el orbe y que el mismo Romano Pontífice es el sucesor del bienaventurado Pedro...


El Concilio Vaticano 1869-1870
Constitución dogmática sobre la Iglesia de Cristo:

Si alguno dijere que el bienaventurado Pedro Apóstol no fue constituido por Cristo Señor, príncipe de todos los apóstoles y cabeza visible de toda la Iglesia... sea anatema.  

lunes, 20 de noviembre de 2017

¿ERA CRISTÓBAL COLÓN TEMPLARIO?

Es claro que Cristóbal Colón vivió siglos después de que la Orden de los Caballeros templarios fuera intervenida y suprimida por el Vaticano/Avignon. Sin embargo, hay muchos datos que nos indican que el famoso almirante tendría una relación muy directa con la Orden del Temple.

De hecho, el propio título de Almirante, que fue una de las condiciones sine qua non que solicitó a los reyes Católicos, tenía una gran importancia en la Orden, y en una comunicación de Colón expresa que él no era el primer almirante de su familia.

Hay muchas teorías en cuanto al origen de nacimiento de Colón. Unos apuestan por Génova. Otros por Portugal. Otros por Cataluña (teniendo en cuenta que en ese siglo no existía como tal, sino que era un territorio de la Corona de Aragón)... Pero lo cierto es que el bueno de Cristóbal se cuidó muy mucho de dar a conocer su auténtico origen. 

Se sabe que antes de llegar a lo que ahora es España, estuvo varios años, unos 14 residiendo en Portugal, llegando allí sobre el 1472. Antes de eso no sabemos nada de él; nada. Pero aquí comienza la aventura. Llega a Portugal y le permiten compartir conocimientos en la más importante institución de enseñanza marítima del momento, la Escuela de Sagres, y aquí tenemos la primera relación templaria, porque la marina portuguesa era la más avezada en las aventuras descubridoras, y la información de que disponían en la Escuela de Sagres procedería de la herencia de los Caballeros templarios, después transformados en Caballeros de la Orden de Cristo, los únicos europeos que conseguirían en su época cruzar el Atlántico y establecer mercado con lo que después se llamaría Continente Americano.

Colón llevó al rey portugués su idea de un viaje, no de descubrimiento, sino de tránsito de mercancías con América, pero fue denostado por una comisión de expertos dirigida por el obispo de Ceuta (de nuevo la Iglesia). Pudiera ser que para el secretismo extremo de la corona portuguesa en cuanto a sus aventuras marinas, le resultará demasiado complicada la idea de Colón. El después almirante conocía perfectamente las rutas, tanto de ida, pasando por las Canarias, como de vuelta, pasando por las Azores, luego sabía mucho, quizá demasiado. Al no obtener lo que deseaba en Portugal entabló contacto con los reyes de Castilla y Aragón, quienes en un principio pusieron el tema en manos de unos expertos en la Universidad de Salamanca, pero ante la respuesta negativa de estos doctos, tuvo que emplearse a fondo y descubrir el pastel ante el confesor de la reina católica, explicándole que no se trataba de descubrir una nueva ruta a las Indias, sino de contactar con otro continente, inmensamente rico en oro, plata y otras importantes mercancías y, sobre todo, un filón para hacer nuevos cristianos; que fue lo que más importó a la reina Isabel.

Colón hizo cambios en el velamen de las carabelas, de forma que pudieran realizar la travesía que él conocía perfectamente. Pero lo más llamativo es que en lugar de ondear el pendón de Castilla, quien pagaba (en parte, porque una cuantía importante salió de las poderosas arcas de los hermanos Pinzón) la aventura, las velas ondearon con la cruz paté templaria. ¿Un homenaje a la Orden? ¿O quizá una imposición de la misma por dejarle utilizar su ruta y conocimientos?

Lo más importante es saber porqué Cristóbal Colón conocía la ruta a las Américas. ¿Había viajado antes? ¿Por qué no sabemos nada de la historia de Colón antes de su llegada a Portugal? 

La teoría que defendemos es que Colón era oriundo de América, posiblemente Central, no nativo, sino descendiente del grupo de personas que huyeron desde el puerto de La Rosette (Francia) cuando el rey Felipe y el Papa Clemente atacaron a la Orden del Temple. Desde ese puerto atlántico, el más importante de la época, saldría toda la flota templaria, cargada de freires, colaboradores y peregrinos, ya que la Orden hacía transporte de Peregrinos a distintos lugares. 

Es decir, Cristóbal Colón, siglos después del fin oficial de la Orden del Temple, conociendo la historia secreta de la estancia de los hermanos en América, y del mercadeo que durante dos siglos mantuvieron con Europa (plata, oro y otras mercancías) siendo un experto marino, físico, matemático y astrónomo, decidió restablecer la ruta antaño templaria. Una prueba de ello es la solicitud de que se le concedieran importantes prebendas que les hizo a los reyes de Castilla y Aragón: nombrarle almirante mayor del océano, gobernador perpetuo de todas las islas y tierra firme que descubriese, la décima parte de todas las ganancias que obtuviera la Corona, y la inversión del 8% y el mismo porcentaje en los beneficios....